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GMC 51 |
Por Falcón.
Tenía muchas ganas de
comprar una camioneta, sí, una pickup, una “troca”. No digo con esto que el
passat, que tiene mil historias y más kilómetros recorridos, cientos de
sonrisas, decenas de lugares y algunos llantos, ya lo quiera vender o cambiar.
Desde que estaba en mi anterior cuidad pensaba en esto. No una pickup de
“aguacatero” o último modelo, sino una que guardara historias, que supiera
caminos, que conociera el Sol y las estaciones del año mejor que un anciano
ranchero. Que recordara el precio de la gasolina de hace 60 años y añorara su
calidad al probar esta mezcla pobre que sale hoy de las maquinas verdes. Una
camioneta que supiera de trabajo duro, pero no a la manera de un esclavo que
deja en pocos años su vida toda en el campo, la mina o el trapiche, sino del
viejo fuerte, consciente, inteligente que sabe la hora de trabajar, la hora de
descansar, de dormir y de pasear.
El falcón sabe la hora
de atacar. Calcula la distancia, la fuerza del viento, cercanía de
competidores, entre otras más y se lanza a su empresa y cometido. Nunca pensé
que llegaría tan pronto este momento y como por arte de magia aparece ante ti
lo que tanto esperabas. Así le ocurrió a este falcón. Hace como 3 semanas viajando
placentero por el Boulevard viendo chicas y camionetas, vi una “vieja” que me
hizo dar la vuelta en la siguiente glorieta para pasar de nuevo por donde
estaba, y esperar que aun esperara por mí. Era,- y digo era porque ahora ya
está en el taller esperando recibir la nueva capa de color a mi gusto-, color
azul, la más “vieja” que había visto de su especie. Después el “primo” que me
la mostró dijo que era un GMC 51. Desde aquel momento me enamoré de ella. Pedí
préstamos, recolecté entre mis amistades y completé el importe que por ella se
pedía. Es una sensación hermosa el manejarla.
Cuando escuchen un
claxón peculiar sonar por la Ocampo, cuando vean que la gente voltea a ver una
pickup en la Cuahutemoc, cuando escuche el modesto rugir de una maquina 6 en
“L”, o la encuentren estacionada al voltear la Hombres Ilustres, es mi GMC 51,
la “GMC FALCÓN”.