Hola amigos lectores de nuestro Semanario "El Aguila del Río Lerma", ahora la Liga Municipal de Voleibol hablará de los valores que hasta cierto punto se han perdido en nuestra sociedad. Vamos a empezar con una breve introducción, donde semana tras semana se hablará de cada uno de los valores.
Por José Antonio López Aguilera.
Comité Directivo.
Introducción:
En todas las épocas han existido cambios en la escala de valores. Los valores son verdades establecidas que determinan reglas y patrones de conducta. Cuando uno de estos valores se modifica, o desaparece, parte de la sociedad experimenta un desconcierto y tiene que realizar un proceso de ajuste.
Estos cambios en los valores generalmente son producto del progreso, de la nueva dinámica social, de los nuevos modos de pensamiento. Siempre hay gente que se resiste al cambio; normalmente es la gente mayor, que ya se ha acostumbrado al orden establecido.
La vida es renovación constante, y está bien que ciertas cosas cambien para mejorar. Hay principios que en otros tiempos funcionaron, y que ya resultan obsoletos. Pero hay valores que deben permanecer, porque son como los pilares de nuestra esencia como seres humanos.
La época que nos ha tocado vivir es la más conflictiva a la que la humanidad se haya enfrentado en toda su historia. Estamos en el punto más alto de progreso y también en el punto más alto de retroceso moral. Por un lado tenemos avances tecnológicos que antes ni siquiera se podían imaginar y por el otro estamos arruinando nuestro planeta.
En términos biológicos somos una especie que ha rebasado con mucho sus límites de sobrepoblación. Esto trae una serie de problemas de alimentación, salud, educación, ecología, guerras y conflictos, de violencia, de inseguridad.
A pesar de todas las voces que nos levantamos en contra de las drogas, muchos jóvenes siguen cayendo en la trampa por desesperación, por soledad, por ignorancia, por tratar de encontrarle otro sentido a la vida.
De la familia desintegrada sacamos otros valores fundamentales, que están en una franca crisis: la unión familiar, el respeto a la autoridad, el amor.
Algunos de los valores universales que deberían permanecer inamovibles, son amor, paz, justicia, respeto, coraje (en el sentido de fuerza y valor para salir adelante), paciencia.
El amor en todos sentidos es uno de los valores que no deberían cambiar y que se está difuminando rápidamente. Amor a ti mismo, amor a otra persona, amor a tu familia, a tu país, a tu planeta. En cambio sigue fortaleciéndose el amor al poder y al dinero.
La paz es algo que no hay. Siempre hemos vivido en guerra, entre los países y entre nosotros mismos. Si algún día fuéramos capaces de lograr este objetivo de paz total, en ese momento comenzaríamos realmente a progresar.
La justicia también es un valor difícil de mantener, principalmente por los intereses creados. Los seres humanos somos maravillosos, pero también infinitamente complicados y egoístas. ¿Acaso no podemos cambiar?
El respeto y la tolerancia son dos valores casi ausentes. Parece mentira que siendo tan civilizados, todavía existan las guerras religiosas, el racismo, la violación a los derechos humanos.
La fortaleza y el coraje, siendo uno sólo. Este no se ha perdido totalmente, a pesar de la tendencia del ser humano a tomar el camino fácil. Es un valor individual que debemos conservar cada uno para salir adelante, a ser mejor, a realizar tus metas.
La paciencia y la tolerancia, son valores que siempre han estado tambaleantes. Nos haría mucho bien conservarlos porque significaría que tenemos la mente abierta y que habríamos alcanzado un alto grado de desarrollo espiritual.
Porque tus valores son los que te hacen ser lo que eres, y ser mejor cada día. Si cada uno de nosotros cuida esos valores fundamentales, el mundo realmente tiene una esperanza de vida, paz, progreso positivo y felicidad.
Esperando que nuestros reportajes sean para tu beneficio; para que día a día seamos mejores como personas y el cambio lo veas reflejado en tu familia para que así logremos que Vista Hermosa sea un municipio con cultura y de progreso.