Luisa Maria Calderon Hinojosa
Los milagros chilenos:
Terminaba antier el día en que recordamos la llegada de los españoles a tierras de nuestro Continente, cuando en Chile, la república de la fortaleza humana, nos regalaba un milagro nuevo: después de 67 días de haber permanecido a 700 metros de profundidad apareció en la superficie de la tierra, con un arnés, un casco, unos lentes para el sol, el primero de los 33 mineros atrapados en un resquicio de la mina de oro y plata que los encerró por un derrumbe en su interior.
La inteligencia humana, orientada por los avances tecnológicos, la creatividad, la fuerza de la tenacidad por el rescate con vida de "sus mineros", hizo que, a pesar del paso del tiempo, a pesar de la profundidad del encierro, a pesar de que los accesos estaban derrumbados, se decidiera insistir hasta dar con ellos a través de una sonda dirigida pertinentemente al lugar donde pudieron comunicarse; después resolver cómo mantenerlos hidratados y alimentados, y al final, perforar, perforar y perforar llegar a por ellos, por todos.
Fue una nave pequeña, diminuta, diseñada especialmente para caber por un túnel angosto pero lo suficientemente largo como para llegar a ellos, lleno de esperanza, de tenacidad, de solidaridad, de voluntades, de competencias sumadas para lograr el objetivo
Igual que el 5 de octubre de 1988, cuando los chilenos decidieron que Augusto Pinochet NO permaneciera en el poder hasta el año de 1997. En aquel entonces, aquel sureño país, mezcla de españoles con indígenas mapuches, aimaras, atacameños quechuas y rapa nuis, sufrían un régimen dictatorial que llegó a través de un golpe de Estado y que fue violentamente represor de cualquier oposición. Aquella dictadura impedía no sólo reuniones públicas, sino cualquier tipo de comunicación entre la población. Pero los chilenos no se desesperaron ni acudieorn a la violencia para liberarse. Entonces también unieron sus talentos, el dolor acallado de sus muertos, sus sueños, su tenacidad, y los convirtieron en una fuerza solidaria imparable, que les permitió organizarse, y que a fuerza de paciencia, creatividad y una inmensa esperanza, ganar pacíficamente su libertad en un plebiscito que reiteró con 57 % de los votos chilenos ratificar que NO querían ya ser gobernados por Pinochet.
Así es Chile y los chilenos: pacíficos, solidarios, tenaces, creativos, pero especialmente, llenos de fe, en los seres humanos, en su fuerza solidaria, en su capacidad para encontrar soluciones a problemas que parecen en primera instancia no tener solución. Una cosa más admiramos de los chilenos: son capaces de ponerse de acuerdo, de dirigir toda su energía hacia el mismo lugar; son generosos en ceder metas personales para conseguir entre todos los mejores sueños comunes.
Una nave pequeña ha coronado un nuevo milagro; traer a superficie de la tierra a los mineros de los chilenos.
En tres naves no tan pequeñas llegaba Cristóbal Colón hace 518 años a las islas americanas, pero entonces no llegaron a sumarse para solucionar problemas comunes, sino a acrecentar el poder de su reino; llegaron a hacerse de todo lo que tuvieron a su paso, y no cuidaron las vidas de otros, sino que privilegiaron la sumisión de los diferentes, de sus bienes, de sus familias, sus lenguas, sus creencias.
Casi al mismo tiempo k recibíamos con emoción el milagro Chileno, nuestra oncena del Tri empataba con una decena de futbolistas venezolanos de muy menor técnica k los nuestros, y empataron ! Eso si, una vez terminado el partido, los muchachos mexicanos dieron una rueda de prensa en la k, con caras largas se disculpaban ante el publico y ratificaban su lealtad con México y el honor de portar la camiseta tricolor. Grilla pura y dura.
Con estos tres acontecimientos a la vista, una se pregunta, qué tienen los chilenos que no tengamos los mexicanos,
Si fue la mina Pasta de Conchos, nos ocupamos mas en la discusión sindical k en buscar soluciones creativas; si es una situación k pone en riesgo la vida de personas, ponemos como prioridad quien, de que partido se llevara las palmas; si jugamos al futbol, traemos el conflicto futbolistas/ directivos entre las patadas. Creo que hay un elemento claro que hace la diferencia: allá solo tienen una agenda, no ponen sobre la mesa solo una parte de sus inquietudes y luego acompañan su agenda personal con la agenda común. Hemos visto una y otra vez a los chilenos poniendo delante sus sueños comunes sin regateos, sin texigencias individualistas, y por ello su energía se dirige completa a encontrar soluciones.
Envidia de la buena con los chilenos, y al mismo tiempo nuestra gran admiración por mostrarnos una vez más que la solidaridad humana, la inteligencia, y la creatividad multiplican las capacidades humanas.
Gracias por regalarnos de nuevo el milagro de la vida en la esperanza y en la fraternidad.