12 diciembre 2007

RINDE HOMENAJE LA UMSNH A AMALIA SOLÓRZANO DE CÁRDENAS



Morelia, Mich., 06 de diciembre de 2007.- Amalia Solórzano, michoacana excepcional es un ejemplo para las actuales generaciones de nicolaitas, es hoy, y será, parte esencial de un proyecto de nación que recoge los principios y anhelos populares de democracia, justicia y soberanía nacional.Lo anterior fue expresado por la rectora de la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo (UMSNH), Silvia Figueroa Zamudio, en el marco del reconocimiento que esa institución educativa rindió a la señora Amalia Solórzano de Cárdenas, a quien definió como un personaje central de nuestro tiempo.Ante el ingeniero Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano, así como de los integrantes de la familia Cárdenas Batel, es decir Lázaro, Cuauhtémoc y Camila, la Rectora de la UMSNH mencionó una semblanza de la vida de Amalia Solórzano desde su nacimiento, en Tacámbaro en 1911, hasta su relación con el General Lázaro Cárdenas del Río y las acciones que llevó a cabo al lado del Divisionario de Jiquilpan, cuando fue gobernador de Michoacán y Presidente de México.En este sentido, Figueroa Zamudio resaltó las acciones de Amalia Solórzano para crear un comité que hiciera eco del interés del General Cárdenas para movilizar a los mexicanos en apoyo de la expropiación petrolera.Destacó el papel de Amalia Solórzano a la hora de defender los derechos de las mujeres y el establecimiento de una oficina para conocer los problemas de las mexicanas y, en la medida de lo posible, resolverlos.La actividad de Amalia Solórzano, agregó Figueroa Zamudio, fue especialmente destacada en materia de asistencia a la infancia, y fundó y presidió dos asociaciones de protección a los colectivos infantiles más desprotegidos: la Asociación del Niño Indígena y el Comité de Ayuda a los Niños Españoles.Figueroa Zamudio mencionó que uno de los episodios más notables del sexenio cardenista fue el refugio otorgado a los exiliados republicanos en México y los primeros que arribaron fueron varios cientos de infantes a los que se conoce como los “Niños de Morelia”.Agregó que la solidaridad de Cárdenas y Amalia logró que las autoridades mexicanas acogieran a esos infantes en un internado-escuela creado, específicamente para ellos, en Morelia.Puntualizó que la muerte del General Lázaro Cárdenas del Río no puso fin a la intensa actividad de Doña Amalia a favor de los más desprotegidos, sobre todo en el caso de los indígenas, y acudió a la Mixteca donde desarrolló una labor social, principalmente para hacer realidad el sueño cardenista de facilitar el acceso a la educación a todos los niños mexicanos.Su interés por las condiciones de vida del mundo indígena encuentra su culminación en la Comisión de Seguimiento y Verificación de los Acuerdos de San Andrés, y no obstante su trabajo como activista de los derechos de los grupos más desfavorecidos en México, Amalia Solórzano no olvidó a los que en otros países luchaban por su libertad y participó en comités de apoyo a los pueblos de Vietnam, Chile y Guatemala.Esas acciones, agregó Figueroa Zamudio, le han valido el reconocimiento nacional e internacional por lo que Amalia Solórzano recibió, en 1995, el premio Carmen García Bloise; en 2001, el Instituto Politécnico Nacional la galardonó por su continua defensa de la educación superior pública; en 2002, la Universidad de Alcalá la honró al poner su nombre y el del General Cárdenas a un aula de esa institución educativa.Asimismo, en 2004, el ayuntamiento de Morelia la distinguió con la presea Generalísimo Morelos, otorgada a los mexicanos más ilustres, y, este año, el gobierno español en reconocimiento a su destacada labor en pro de los republicanos exiliados, le concedió la Gran Cruz de la Orden de Carlos III, la más alta distinción otorgada por España a personalidades nacionales o extranjeras. Cabe destacar que la Gran Cruz de la Orden de Carlos III concedida a Amalia Solórzano, es la única que ha sido otorgada alguna vez a un mexicano.Hoy la UMSNH se suma a esos reconocimientos y entregó a Amalia Solórzano tanto un pergamino por su apoyo al exilio del pueblo español y la defensa de las causas más justas de México, así como la medalla conmemorativa del 90 aniversario de la Máxima Casa de estudios de Michoacán. En el evento Cuauhtémoc Cárdenas Batel, en nombre de la señora Amalia Solórzano, agradeció el reconocimiento y en un emotivo discurso detalló su vida al lado de su abuela, cuya magia, dijo, le enseñó las luchas del pueblo mexicano y de otros países por la libertad.Amalia, junto con los exiliados, nos recuerdan siempre, dijo Cárdenas Batel, que cuando un pueblo sufre la guerra o la represión nuestro deber, cuantas veces sea necesario, es abrirle la casa, como lo hizo Morelia con los hoy conocidos como los “Niños de Morelia”. A su vez Gerardo Sánchez Díaz, investigador de la UMSNH, realizó una semblanza del quehacer de los exiliados españoles en la Máxima Casa de estudios de Michoacán, y afirmó que con su llegada a la Universidad Michoacana se inició una etapa de renovación académica y se abrieron nuevos caminos para la reflexión intelectual y de investigación científica de la que somos herederos los universitarios de hoy.Al evento, realizado en el Colegio de San Nicolás de Hidalgo, asistieron ex rectores, académicos, investigadores y estudiantes.

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