Morelia, Mich., 17 de
marzo del 2015.- Las inundaciones, la pérdida del patrimonio de miles de
morelianos, el desamparo y el volver a iniciar para nuevamente caer en lo
mismo, es la realidad de los ciudadanos que habitan la capital michoacana y que
han sido víctimas no solo de los temporales, sino también de gobiernos pasivos
e ineficaces que no atienden los problemas de fondo, aseguró el senador
Salvador Vega Casillas.
El panista señaló que el
gobierno de Wilfrido Lázaro Medina, quien deja a medias el cargo como
presidente municipal de Morelia para aspirar a una diputación, no se puede
caracterizar por haber sido un gobierno sensible y solidario, que diera
atención a las necesidades de los morelianos, como lo comprometió en su campaña
del 2011 y otra vez, en el 2012.
“No podemos hablar de
solidaridad con los ciudadanos cuando cada temporal de lluvias éstos pierden
sus pertenencias y se ven obligados a abandonar sus viviendas, quedan
miles de familias desprotegidas; un gobernante sensible trabajaría de manera
real para evitar este quebranto social, haciendo un buen plan de desarrollo
urbano, aplicando de manera útil la recaudación del pago del agua, para dar
mantenimiento a los drenajes y alcantarillas”.
Vega Casillas dijo que
sobra mencionar que un gobierno capaz, realizaría obras de calidad y no
bazofias que al primer cambio le brotaran los desperfectos, como es el caso de
la Avenida Juárez, Periodismo y Camelinas, que bastó con este fin de semana de
intensas lluvias para que quedarán nuevamente en mal estado.
“Esto se frenará el día
que los gobernantes de Morelia atiendan con seriedad la problemática que
enfrenta la ciudad, que propongan soluciones de fondo y no solo se ocupen de
las contingencias. Que muestren se apliquen y den a conocer los Atlas de Riesgo
para que con antelación los ciudadanos organizados puedan tomar medidas de
prevención”.
El senador panista apuntó
que el reordenamiento de la ciudad debe ser prioridad de la administración
municipal actual y debe ser retomada por los sucesores, que el tema del
desarrollo urbano ordenado se vuelva una política pública duradera, en donde
los morelianos tengan certidumbre de que su vivienda y su integridad personal
se encuentran a salvo.
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