“Recordar la vida de un hombre como Don Miguel
Estrada Iturbide nos permite conmemorar la historia política de un estado y del
país, con la reflexión de que la pluralidad política es el puntual de la
democracia en México”, manifestó el diputado Jaime Darío Oseguera en la
presentación del libro La Fuerza de La Voz , compilación de discursos y mensajes
pronunciados por una de las figuras fundadoras del panismo nacional.
Oseguera Méndez agradeció la
invitación de la
Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo para
participar como comentarista de la obra literaria, a la que calificó como
“acervo extraordinario de la presencia reveladora de un autentico doctrinario”.
Destacó que la gran contribución del texto es el respeto a las diferencias
ideológicas: “Al leer La Fuerza de la Voz , nos dimos cuenta de las grandes
coincidencias que existen entre quienes tenemos militancias políticas
distintas. Don Miguel hizo política de manera apostólica, como un mecanismo de
transformación. Él entendió la participación de los partidos como algo
necesario”.
Al evento asistieron el rector de
la Máxima Casa
de Estudios de Michoacán, Salvador Jara; la diputada federal panista, Laura
Suárez; Enrique Bautista, representante de la fundación Enrique Bautista Adame;
José Antonio Estrada Sámano, hijo del homenajeado y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad
Michoacana , así como Aminadab Rafael Pérez Franco,
representante de la Fundación
Miguel Estrada Iturbide, quién coordinó la publicación.
Durante su intervención, el
parlamentario detalló: “Hoy los partidos no están en declive por su naturaleza sino
por la falta de hombres y mujeres de convicción; de llevar lo ético a lo
político y de ser congruente y consistente entre lo que se pronuncia y lo que
se establece como conducta personal cotidiana en el tema de la transparencia,
la honestidad, la congruencia y la militancia”.
Por último, Jaime Darío Oseguera
apuntó que hoy la sociedad señala a la política como carente de mecanismos de
transformación, “lo que hace falta es el pensamiento lúcido, e inteligente y la
voz precisa de ciudadanos que defiendan su convicción, cualquiera que ésta sea.
No hacen falta muchedumbres que se registren en los partidos, que compitan y
ganen elecciones sino personas que tengan principios, defiendan valores, debatan
ideas; que acepten diferencias, que entiendan posiciones y acepten errores. Eso
es lo que alcanzo a leer de este extraordinaria obra”.
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